Brenda Cordero

“... la domesticación del espacio a través de la purificación y privatización involucra crecientes exclusiones sociales y acrecienta las desigualdades...”

En Monterrey, MX. y su área metropolitana, la construcción de fraccionamientos privados se volvió una tendencia aún mayor a raíz de la inseguridad que se despuntó en el año 2008. 
 Estos desarrollos surgieron como respuesta de la inversión privada para vender un falso concepto de seguridad, comunidad y progreso. Desde entonces, el mercado inmobiliario se ha visto invadido por propuestas de este tipo en donde la promesa de una vida feliz, utópica y perfecta, elimina de primera instancia una buena parte de la incertidumbre y lo imprevisible de la ciudad. 


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Este proyecto habla de cómo la construcción masiva de complejos habitacionales privados en la ciudad de Monterrey, MX y su área metropolitana, ha acentuado la división de clases sociales no sólo a través de su ubicación y delimitación física, sino también a partir del color que los caracteriza: el blanco.